En este primer año, Gorona del Viento, empresa gestora participada por el Cabildo de El Hierro, Gobierno de Canarias, Instituto Tecnológico de Canarias y Endesa, ha estado inmersa en el proceso de puesta en marcha de la Central, constituido por numerosas y complejas pruebas que van desde el funcionamiento del conjunto de la planta de producción hasta el modo en el que la energía producida por el nuevo sistema se integra en la red insular o las comunicaciones con Red Eléctrica de España, entre otras.
El resultado obtenido hasta la fecha es satisfactorio ya que, si bien la media de generación que se aporta a la Isla es aún baja, se han logrado alcanzar picos de generación puntual con renovables de hasta el 70%.
Más allá del ámbito energético, la Central solventa otra carencia históricamente padecida en El Hierro, la falta de agua. Cabe destacar que el 50% del consumo eléctrico insular se destina a la producción y distribución de agua, circunstancia que viene a destacar el grado de importancia que el proyecto tiene para el desarrollo insular en ámbitos como el turismo o el sector primario.
El objetivo final del proyecto es que el consumo de la Isla se cubra enteramente con energía procedente de fuentes renovables, para lo cual se ha creado un parque eólico y una central hidráulica interconectados con el sistema eléctrico insular.
El papel del ITC, como entidad impulsora del proyecto, se remonta a 1999, año en que se realizaron los primeros estudios técnicos de la Central. Entre los hitos alcanzados gracias a la contribución del ITC, están la redacción del anteproyecto y simulaciones presentadas a la Comisión Europea en 2001 y los estudios técnicos y de replicabilidad recogidos en el proyecto europeo que arrancó en 2002, con la participación de otras regiones insulares europeas. En 2007 y 2008, el ITC participó activamente en la redacción de los primeros pliegos técnicos de los concursos que comenzaba a licitar Gorona.
Laboratorio de sostenibilidad
Los territorios insulares son extremadamente vulnerables y dependientes, por lo que las fuentes limpias suponen su garantía de futuro. Así, las islas se han convertido en los ‘faros' que guían la transición energética renovable, pues constituyen verdaderos laboratorios de experimentación en sistemas energéticos aislados, extrapolables a otros territorios.
La Central Hidroéolica de El Hierro es un claro ejemplo de buenas prácticas en materia energética y de sostenibilidad, y referente en autoabastecimiento energético con fuentes renovables.