Esta planta experimental permitirá obtener datos fiables para la reducción de los gases de efecto invernadero y para dar un uso industrial a estos microorganismos transformando el CO2 en biomasa de alto valor
El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), centro público de I+D adscrito a la Consejería de Universidades, Ciencia e Innovación del Gobierno de Canarias, y la empresa Endesa, han presentado este miércoles en las instalaciones de la central térmica de Barranco de Tirajana un proyecto innovador que pretende explorar el potencial de las microalgas como captadores del CO2 (dióxido de carbono) procedente de los gases de combustión de la central ubicada en San Bartolomé de Tirajana, y estudiar el rendimiento en el cultivo de estos organismos vegetales marinos para uso biotecnológico.
El viceconsejero de Universidades e Investigación del Gobierno de Canarias, Ciro Gutiérrez, y el viceconsejero de Hacienda y Relaciones con la Unión Europea, Gabriel Megías, junto al director general de Endesa en Canarias, Pablo Casado, y el director de I+D+i del ITC, Gonzalo Piernavieja, encabezaron el acto de presentación de esta iniciativa cofinanciada por el Programa FEDER Canarias y fondos ‘Next Generation’ con el proyecto BLUEACT, con la que se busca mejorar la huella medioambiental y la viabilidad económica del proceso de producción de las microalgas y, al mismo tiempo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la actividad industrial. También asistieron al acto la directora general de Ordenación, Innovación y de la Calidad Universitaria, Rosa Suárez; el director de Generación de Endesa en Canarias, Saúl Barrios; el director de las centrales térmicas de Endesa en Gran Canaria, Luis Varela; el responsable del Departamento de Biotecnología del ITC, Eduardo Portillo; y personal técnico de la Dirección General de Planificación y Presupuesto del Gobierno de Canarias.
En palabras del viceconsejero de Investigación, “este proyecto demostrativo que promueve el ITC junto a Endesa evidencia el importante papel que juegan los centros de conocimiento como palanca de diversificación hacia las economías verdes, abriendo camino a nuevos sectores productivos donde Canarias cuenta con ventajas competitivas para su desarrollo, en línea con la Estrategia de Especialización Inteligente (RIS3 ampliada) de Canarias y contando con el respaldo de la Consejería de Ciencia e Innovación para el refuerzo de las infraestructuras científico-tecnológicas del Archipiélago”.
Por su parte, Luis Varela, director de Generación en Gran Canaria, puntualizó que “Endesa ha firmado un proyecto de colaboración con el ITC, la ULPGC y el Gobierno de Canarias. Un proyecto único como respuesta a la complejidad de captar el CO2. Desde Endesa hemos cedido encantados los terrenos, los gases de la central y las instalaciones. Nuestras emisiones de gases ya vienen con determinado filtrado, lo único pendiente era la captación de dióxido de carbono, justo lo que vamos a hacer con la participación en este proyecto. Tenemos en nuestros plantes presentes y futuros la descarbonización y este proyecto pionero es una excelente oportunidad para ello”.
Estos organismos unicelulares acuáticos precisan de la luz solar como fuente de energía y del CO2 como fuente de carbono para alimentarse, generando oxígeno durante el proceso metabólico de la fotosíntesis. El cultivo de las microalgas requiere suministrar hasta 2 toneladas de dióxido de carbono por cada tonelada de biomasa producida. Conseguir que las microalgas capten el dióxido de carbono de los gases de combustión procedentes del proceso industrial supone evitar su emisión a la atmósfera y abaratar de forma sustancial el proceso de cultivo, ya que el aporte extra de CO2 supondría un coste sustancial, económico y medioambiental.
La planta piloto de microalgas situada en la central térmica de Endesa cuenta con una unidad de laboratorio para la monitorización de los cultivos y el análisis de la composición bioquímica de la biomasa, y dos invernaderos que albergan diferentes sistemas de cultivo de microalgas. También se incluye una unidad de procesado donde la materia prima es tratada mediante procedimiento de deshidratación y/o pulverización para obtener biomasa en forma de pasta o de polvo fino, así como un sistema de gestión de los efluentes de descarga de líquido cero.
La instalación de esta planta acuícola experimental, vinculada a una actividad industrial, se enmarca en las actuaciones ejecutadas por el ITC con el proyecto BLUEACT, iniciativa financiada en su totalidad por el Programa Operativo FEDER Canarias 2014-2020 mediante subvención directa con cargo al Fondo REACT-EU, como parte de la respuesta de la Unión a la pandemia de Covid-19, en el marco del instrumento europeo de recuperación “Next Generation”. En el diseño y construcción de los módulos funcionales se ha contado con la financiación a través del proyecto de desarrollo de actividades de investigación ligadas a la explotación de recursos marinos insulares, en el marco del convenio entre el Ministerio de Economía y el Cabildo de Gran Canaria.
Los ensayos que se llevarán a cabo en esta planta experimental –pendiente de la resolución favorable por parte de la Dirección General de Pesca del Gobierno de Canarias para la implantación de actividad acuícola- permitirán evaluar la viabilidad técnica del aprovechamiento del CO2 procedente de la central térmica para el cultivo de microalgas. A partir de los resultados obtenidos, se estudiará la posibilidad de canalizar este gas residual desde la central hacia el Área de Desarrollo Tecnológico-Industrial de Biotecnología Azul y Acuicultura de Pozo Izquierdo. De esta forma, se podrá proporcionar a las empresas de producción acuícola allí alojadas un suministro constante y asequible de dióxido de carbono, favoreciendo la viabilidad económica y medioambiental de su actividad y contribuyendo al desarrollo de la acuicultura vegetal local.
Industrias biotecnológicas
Este piloto forma parte de las actuaciones emprendidas por el ITC para la consolidación del Área de Desarrollo Tecnológico-Industrial de Pozo Izquierdo, instalaciones dirigidas a impulsar la diversificación de la economía en los sectores de la biotecnología azul y la acuicultura vegetal marina “en tierra” bajo criterios de máxima circularidad, sostenibilidad y eficiencia hídrica y energética. Bajo esta premisa verde, se ha contemplado la oportunidad de establecer proyectos simbióticos con las industrias más potentes de las islas -desalación, depuración y centrales de generación eléctrica- para utilizar sus residuos de salmuera, aguas residuales y gases de combustión, y transformarlos en recursos para la producción de biomasa vegetal marina con múltiples aplicaciones biotecnológicas: biocombustibles y biolubricantes, bioplásticos, biofertilizantes y biocompuestos de alto valor añadido para la industria nutracéutica y cosmética, entre otros, con el objetivo de reducir la huella de carbono de todo el proceso.
El ITC ha experimentado una notable ampliación en el espectro de actuación de su área de I+D en Biotecnología con la incorporación de una nueva línea de postproducción (extracción supercrítica, columnas de purificación, etc.) con la que se consigue extraer de forma sostenible (sin químicos) los compuestos bioactivos puros de la biomasa algal -con fines biotecnológicos- y dar otros usos comerciales a la materia prima restante. Además, las recientes infraestructuras y equipamiento con los que se ha dotado esta área, hacen que todos los procesos de producción, procesado y postproducción se alimenten de energías renovables bajo la gestión de una microrred en sistema aislado, consiguiendo reducir la huella de carbono tanto del ciclo de vida de esta actividad industrial basada en la explotación acuícola vegetal marina, como la reducción de emisiones gracias a la captura y secuestro del CO2 de estos gases de combustión en determinadas aplicaciones industriales por largo tiempo (biomateriales, sustrato vegetal para reforestación, etc.).