Víctor Navarro y Luc André Diouf visitan el ITC para conocer la actividad desarrollada en materia de energía sostenible y en cooperación con países africanos.
El director general de Ordenación del Territorio y Aguas, Víctor Navarro, y Luc André Diouf, diputado nacional por la provincia de Las Palmas y secretario ejecutivo de Política de Refugiados del PSOE, visitan las instalaciones tecnológicas de Pozo Izquierdo, donde pudieron conocer proyectos en materia de abastecimiento de agua mediante energías renovables.
Entre la actividad más destacada, conocieron DESSOL, sistema de desalación mediante energía solar fotovoltaica que cuenta con la planta desaladora más longeva de África, proporcionando agua potable de forma ininterrumpida en un núcleo rural del desierto del Sáhara desde 2006; y que permite la disminución de consumo de electricidad de diez horas diarias. A través de este proyecto, Baltasar Peñate, jefe del área de Agua del ITC, Gonzalo Piernavieja, coordinador de I+D+i y Gabriel Megías, gerente del ITC, explicaron la trayectoria del centro tecnológico en materia de abastecimiento de agua con energías renovables en África, además de presentarles Desal+, proyecto que busca consolidar una plataforma conjunta de I+D+i en la Macaronesia en materia de desalación de agua y energías renovables.
También pudieron conocer los avances de RES-COAST, proyecto de cooperación Interreg MAC cuyo fin es crear un modelo de resiliencia en zonas costeras ante los efectos del cambio climático, basado en planificación territorial y sistemas sostenibles de agua y energía. Desde RESCOAT se ha propuesto crear una isla de arena que funcione como ‘dique natural’ y polo de pesca tradicional en la ciudad costera de Saint Louis (Senegal) ante la catástrofe natural de Langue de Barbarie.
RESCOAST surge de un proyecto integral de generación de energía que acciona, a su vez, el suministro de agua y frío: CLIMA-RISK. Este proyecto Interreg MAC ofrece una solución móvil, sostenible y rápida de instalar ante catástrofes naturales o situaciones de emergencia humanitaria y es capaz de abastecer hasta 2000 personas. Al respecto, Diouf destacó su potencial aplicación en los campos de refugiados, especialmente para abordar las dificultades y necesidades humanitarias en África.