La aplicación de biochar o biocarbón en terrenos de cultivo consigue aumentar la fertilidad del suelo y fijar buena parte del CO2, una apuesta sostenible del proyecto RECOLECTA para alcanzar sistemas eficientes de productividad agrícola
El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), centro adscrito al área de Economía del Gobierno de Canarias, lleva años trabajando para ofrecer soluciones tecnológicas al sector agroalimentario en las islas, con el objetivo de mejorar el rendimiento de cultivos, optimizar la gestión del agua de riego y monitorizar la calidad y trazabilidad de los productos agrícolas.
El ITC participa junto a Florette Ibérica, especializada en la producción de hortalizas de hoja, y la empresa BrioAgro en el desarrollo de soluciones de gestión agrícola inteligente, con el objetivo de obtener un producto de la máxima calidad con el menor coste medioambiental. Para ello, este grupo operativo ha aplicado sistemas de sensorización en fincas de cultivo de vegetales para detectar el momento óptimo de recolección y ha introducido técnicas de riego y fertilización de suelos que consiguen adaptar el aporte de agua en función de cada especie.
A través de sus áreas de I+D en Agua y Análisis Ambiental, el ITC actúa en el proyecto RECOLECTA desde varios frentes: la reducción de la huella hídrica, la minimización de residuos de productos fitosanitarios y la regeneración y mejora de los suelos agrícolas potenciando sus procesos biológicos.
En el ámbito de la fertilización del suelo agrícola, el ITC promueve la utilización del biochar (biocarbón obtenido por pirólisis a partir de residuos vegetales) cuyos principales beneficios son una mayor capacidad de retención de agua y una mayor fijación y estabilización de enzimas y microorganismos en el sustrato, lo que favorece el desarrollo de la actividad biológica y se traduce en una mejora de las condiciones físico-químicas de la tierra de cultivo.
Este uso del biochar tiene un beneficio ambiental notable, por su capacidad para secuestrar carbono, o lo que es lo mismo, reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, ayudando a la mitigación del cambio climático.
El biochar es un material estable, rico en carbono, que puede perdurar en el suelo hasta miles de años, en función del material vegetal utilizado y método de elaboración. Su aplicación en el suelo agrícola brinda una protección indirecta contra algunas enfermedades y plagas de los cultivos al favorecer mejoras en la capacidad agrológica del terreno.
En diferentes publicaciones especializadas se ha descrito la capacidad del biochar para retener e inmovilizar metales pesados que son potencialmente contaminantes. También se ha identificado su capacidad intrínseca para minimizar la incidencia en cultivos de elementos químicos como el sodio, factor a tener muy en cuenta en Canarias ya que, tradicionalmente, se ha utilizado agua de riego con un alto grado de salinidad que ha ido degradando la tierra. El biochar actúa, por tanto, como un aliado que contribuye a la recuperación de suelos abandonados en las islas.
Elaboración del biochar
La materia de la que se compone el biochar es diversa, ya que depende del residuo vegetal utilizado, la temperatura alcanzada en la combustión y el tiempo transcurrido durante la pirólisis.
El biochar se puede producir en grandes cantidades en hornos industriales (alimentados por renovables) o bien, artesanalmente, en carboneras tradicionales (oquedades en el suelo) y contenedores específicos que actúan como hornos. La pirólisis hace que el material vegetal transforme su estructura molecular y se convierta en biochar.
La aplicación de biocarbón en la agricultura es una técnica ancestral, si bien el conocimiento sobre sus propiedades y aplicaciones es relativamente nuevo.
El proyecto RECOLECTA
El grupo operativo que opera en RECOLECTA está formado por Florette, el mayor productor de hortalizas de hoja del país; Brioagro, especialista en monitorización de parámetros ambientales; y el ITC, centro canario de I+D que aporta conocimiento y desarrollo tecnológico aplicado al ciclo del agua y a la sostenibilidad medioambiental.
RECOLECTA cuenta con financiación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a través de la convocatoria de Proyectos de Grupos Operativos, dentro del Programa Nacional de Desarrollo Rural (PNDR) y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).
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